Un equipo brasileño como el Corinthians tiene que sufir mucho para ganar
a un equipo grande como es el Chelsea, no entiendo como dió ese bajón a partir del descanso. Parecía que se iba a llevar el partido ya que
en la primera parte dió un recital, pero el fútbol
es así, tras el descanso, el Corinthians se fue arriba dispuesto a
llevarse el partido. En los minutos finales el Chelsea parecía despertar
pero Cahill midió mal una entrada a Emerson y le costó la tarjeta roja,
minutos después, en el noventa, los aficionados y suplentes del equipo
brasileño ya estaban levantados celebrándolo, pero Mata calló a todos
llevandose un balón que parecía perdido al borde del área pequeña
regateando al portero pero ya sin ángulo remató al palo.
Los
aficionados del equipo inglés se llevaron una desilusión enorme por no
ganar este título importante tanto para ellos como para Rafa Benítez,
ahora, la grada se volcará todavía más en querer echar del banquillo a
Benítez. Podría haber jugado con el once de la semifinal, le funcionó
con David Luiz de mediocentro y Mata mas arriba ya que no se desgastaba
tanto físicamente, pero optó por lo seguro y usó la alineación habitual
cayéndose del once titular Óscar, un jóven brasileño de juego parecido a
Mata, ahora sí, el Corinthians tiene jugadores con la calidad que tiene
todo jugador brasileño, y Guerrero enchufado marcando el gol de la
victoria en la semi, y en la final.
El árbitro, inflexible en
sus decisiones, actúo como debe de hacer, dejar seguir el
juego siempre que se pueda jugar el balón; los líneas perfectos, y los
jugadores siempre con deportividad, sin protestar excepto en alguna
ocasión clara, las pocas tarjetas que sacó a pasear fueron justas. Mucha
sangre fría en el fuera de juego pitado a Fernando Torres en el 91',
bien pitado.
Por @Nanoportero